Las situaciones inesperadas pueden suceder incluso en los destinos aparentemente más seguros o tranquilos. En estos casos en los que uno está en un entorno desconocido, el acceso a los recursos en caso de emergencia puede ser más complicado, ya que el sistema de salud funciona de manera diferente según el país. Además, el desembolso en caso de urgencia médica, suele ser grande y puede suponer un trastorno económico grave para la persona. Los servicios de hospitalización, especialmente en países como Estados o Hong Kong, son excesivamente caros. Por último, la tarjeta sanitaria Europea ofrece cobertura médica limitada y no puede utilizarse como alternativa a un seguro de viaje al extranjero, ya que ésta no cubre ningún tratamiento médico privado, no garantiza los servicios gratuitos, ni le cubre en caso de pérdida de medicamentos.